Discotecas Larco Bar y Mi Facultad fueron intervenidas otra vez por la MPT



En un operativo realizado la madrugada del domingo, funcionarios de la Municipalidad Provincial de Trujillo comprobaron que los administradores de las discotecas Larco Bar (Av. Larco 399) y Mi Facultad (Av. Larco 1065), continúan trasgrediendo las normas municipales, a pesar de las constantes inspecciones, observaciones y clausuras temporales realizadas por la comuna local.

Estos hechos fueron constatados por funcionarios de las unidades orgánicas de Licencias y Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad de Trujillo, así como representantes del Ministerio Público, Policía Nacional y de la SUNAT, que por primera vez participó en un operativo conjunto de esta naturaleza.

Según un informe alcanzado esta mañana al gerente de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo, César Campaña Aleman, el despliegue contó con el apoyo de agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo y efectivos de la Policía Nacional integrantes del servicio de patrullaje integrado preventivo, al que se sumó el personal de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (DINOES) de la PNP destacados a Trujillo.

En la discoteca Larco Bar, que tiene un aforo de 65 personas, se encontró a cerca de 200 personas, poniendo en riesgo la seguridad de los clientes,; en tanto que en Disco Bar Mi Facultad, que tiene autorización municipal para karaoke y venta de emparedados, se comprobó que funcionaba como discoteca.

Ambos establecimientos fueron infraccionados por las subgerencias de Licencias y de Defensa Civil de la comuna provincial.

El informe precisa que, además, en estos dos locales no hay señalización de seguridad, faltan extinguidores, las conexiones eléctricas no están empotradas ni canalizadas, entre otras deficiencias que fueron observadas por personal de la Municipalidad Provincial de Trujillo.

Los locales intervenidos fueron infraccionados por considerarlos de alto riesgo al albergar una cantidad superior de personas al aforo de su capacidad, el peligro se incrementba por el consumo de licor por parte de los jóvenes, quienes coparon totalmente las instalaciones, invadiendo, incluso, los lugares junto a las puertas, anulando las rutas de escape y protección en caso de emergencias. (Fuente: MPT)

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