Desde hace cinco años se ha logrado rescatar de las garras de las polillas, la suciedad y el desgaste por el uso y paso de los años aproximadamente 2500 libros diversos, los que fueron restaurados por el personal de la Biblioteca Municipal de Trujillo.
Ésta es una actividad común en esta biblioteca, que es parte de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), pero poco conocida. Se realiza de manera casi artesanal, pero respetando algunas técnicas, logrando volver a colocar en las estanterías a libros y periódicos de todos los géneros que datan de inicios del siglo pasado, por ejemplo.
“Hacemos todo lo posible por mantener nuestros libros. Si bien hay nuevas tecnologías para ello, se necesitan equipos sofisticados, que son muy costosos y además de la capacitación, contratación de personal y espacios adecuado; pero eso se irá adquiriendo poco a poco, lo sabemos por el interés que el alcalde ha tenido en el tema cultural, nuestra biblioteca ha ido mejorando y actualmente cuenta con servicios que antes no tenía”, manifestó Elva Rosales Mesías, jefa de la Biblioteca Municipal.
La restauración de material bibliográfico le demanda a la comuna unos 5 mil soles anuales, y gracias a esta inversión los libros restaurados pueden durar hasta 15 años más.
Los encargados de llevar a cabo esta tarea son Hugo Bartolo Aniceto, un veterano artista gráfico formado en la Casa del Artesano y Marisela Valverde, una profesora con inclinaciones artísticas y gran disposición para darse a la titánica labor de restaurar los libros afectados.
“Primero sacamos las tapas, despegamos las hojas poco a poco, luego las volvemos a unir con un refuerzo de tocuyo y cola, les ponemos nuevas tapas de cartón dúplex a las que les dibujamos el título y finalmente las emparejamos y lijamos, para que se vean limpios”, comentó Hugo Aniceto.
Además. Aniceto cumple con la tarea de replicar a mano el diseño de las carátulas iniciales de los libros en el cartón dúplex que utiliza como tapa.
“Para hacer esto, hay que ponerle un poco de ingenio. Yo aprendí los conocimientos básicos de restauración de mi antecesor, el señor Sisniegas, pero fui experimentando, poniendo bastante habilidad y paciencia para mejorar lo que se hacía. Muchos dicen que es fácil, pero es diferente cuando lo tienes que hacer”, manifestó.
Nosotros también prevenimos el deterioro con la limpieza permanente de libros, algo que no se hacía antes. Se los limpia con alcohol, franela y brocha. Pero no sólo eso, sino que se culturiza al lector para cuidar los libros, porque de alguna u otra manera los mutilan y eso debe evitarse, agregó por su parte Rosales Mesías. (Fuente: MPT)
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